... Lo que se perdió, lo que se debería haber querido, lo que se consiguió y fue satisfactorio por error, lo que hemos amado y perdido y, después de perderlo, hemos visto, amándolo por haberlo perdido, porque no lo habíamos amado; lo que creíamos que pensábamos cuando sentíamos; lo que era un recuerdo y creíamos que era una emoción; y el mar entero, llegando allí, amoroso y fresco, desde el gran fondo de toda la noche, agitándose delicadamente en la playa, durante mi paseo nocturno a orillas del mar... f.p