Una red de mirada

mantiene unido al mundo, 
no lo deja caerse. 
Y aunque yo no sepa qué pasa con los ciegos, 
mis ojos van a apoyarse en una espalda
que puede ser de dios. 
Sin embargo, 
ellos buscan otra red, otro hilo, 
que anda cerrando ojos con un traje prestado
y descuelga una lluvia ya sin suelo ni cielo. 
Mis ojos buscan eso
que nos hace sacarnos los zapatos
para ver si hay algo más sosteniéndonos debajo
o inventar un pájaro
para averiguar si existe el aire
o crear un mundo
para saber si hay dios
o ponernos el sombrero
para comprobar que existimos. 


Roberto Juarroz